Por William Booth, fundador del Ejército de Salvación
“Más bien es que no escuchaste el llamado. Pon tu oído atento a la Biblia y escucha a Dios diciéndote que saques a los pecadores del fuego del pecado. Pon tu oído atento al corazón abrumado y agonizante de la humanidad y escucha su lastimera petición de ayuda. Ve y párate a las puertas del infierno y escucha a los condenados que te piden ir a la casa de sus padres para advertir a sus hermanos y hermanas, a sus siervos y amos, para que no vengan a ese lugar. Y ya que lo hagas, mira a Cristo cara a cara, a quien Su misericordia has profesado obedecer, y dile si unirás corazón, alma, cuerpo y circunstancias en la marcha para publicar Su misericordia al mundo.”
“La mayoría de las organizaciones cristianas desean que sus candidatos estudien en un seminario durante cuatro o cinco años. Yo preferiría que pudieran bajar al infierno sólo cinco minutos; tal experiencia sería la mejor calificación para una vida de ministerio compasivo.”
“Sacar a un hombre de su barrio, sanar su cuerpo, regalarle ropa decente, proveerle con una casa propia en el campo, y dejarle morir e ir al infierno... verdaderamente, no vale la pena.”
“Tus días aquí, sobre la Tierra, no son muchos, así que úsalos de la mejor manera posible, para la gloria de Dios y el beneficio de tu generación.”
“Ve por almas... y ve por las peores.”